Viajar para (des)conocer: Isidore Löwenstern en el México de 1838
Sinopsis
Dentro de la abundante literatura de viajes que eligen a América, y a México en particular, como tema de sus itinerarios y de los textos que se producen a partir de ellos, la obra de Isidore Löwenstern (México. Recuerdos de un viajero, 1843) constituye un ejemplo acabado de la visión eurocentrista sobre un mundo que se le representa, no sólo ajeno e incomprensible, sino anárquico, incivilizado y desprovisto de los medios para acceder a las luces del Progreso.
El encuentro con mundos exóticos, que es el objetivo presunto de todo viaje, se convierte así en desencuentro. A través del relato de Löwenstern percibimos hasta qué punto la "cuestión del otro" es, desde los tiempos del descubrimiento, un problema no resuelto, en que se enfrentan maneras radicalmente distintas de percibir el mundo.