Argumentación y filosofía
Sinopsis
La conjunción "Argumentación y Filosofía" sin duda no sorprende: cualquiera sea la manera como se entienda la filosofía, argumentar conforma necesariamente parte de su hacer. Nuevos puntos de vista de entender un problema, sensibilidad para detectar urgencias, capacidad de visión, imágenes que recojan vínculos pasados por alto, son algunos de los tantos materiales a que puede echar mano un filósofo. Pero también puede prescindir de cualquiera de ellos; no, en cambio, de la argumentación. Más todavía, precisamente es la argumentación el rasgo que distingue a la filosofía de otras formas de sabiduría. Si el buen argumento es la mejor arma de la filosofía, entonces reflexionar sobre éste es reflexionar en parte sobre su naturaleza. La filosofía puede verse como una lucha argumental. No sólo en el sentido de oponer un argumento a otro, sino también de enfrentar cierta forma de argumentar a otra. Cada filosofía no se define pues sólo por las conclusiones que pretende, sino también por la manera en que busca establecerlas. La filosofía no sólo produce argumentos para defender tesis sino, curiosamente, también los produce para mostrar la imposibilidad de sostener tesis alguna.
Publicado
enero 1, 1986
Derechos de autor 2023 Comité Editorial CSH