La prosa narrativa de Luis Cernuda

Autores/as

James Valender

Sinopsis

Uno de los cambios más importantes que los románticos produjeron en la literatura occidental fue, sin duda alguna, el rechazo a la distinción, hasta entonces tan absoluta, entre prosa y poesía. Fenómeno mucho más reciente que el verso, la prosa fue producto del nuevo clima intelectual que condujo a Europa de la Edad Media al Renacimiento. Dadas sus posibilidades de expresar el pensamiento con más precisión que el verso, la prosa se convirtió en el vehículo preferido para el discurso intelectual y el raciocinio. Con la llegada de los románticos, el papel de la prosa cambió radicalmente. Puesto que el ritmo de la frase se hizo más importante que la versificación silábica, la prosa fue reconocida como medio de expresión también aceptable para el poeta. Por lo tanto, a lo largo del siglo XIX lo que se vio en términos generales fue una paulatina convergencia de verso y prosa, manifiesta, por ejemplo, en el acercamiento del verso al lenguaje común, por una parte, y en la aparición del poema en prosa como género literario nuevo y autónomo, por otra. El verso fue apoderándose de ciertos recursos antes considerados como "prosaicos", mientras que la prosa se tornaba cada día más "poética". Desde luego, este proceso todavía no ha terminado; por el contario, sigue motivando muchos de los experimentos más importantes de la poesía contemporánea.

En España esta revolución fue iniciada por el poeta romántico G.A. Bécquer, quien, por eso mismo, ha sido una gran inspiración para casi todos los poetas posteriores a él. En lo que toca al segundo propósito señalado, la búsqueda de una prosa poética, dentro del campo de la poesía española habría que destacar también el ejemplo de J.R. Jiménez, autor de Platero y yo (1914), Españoles de tres mundos (1942), Historias y cuentos (1979) y de muchas otras obras que en España han ejercido una influencia muy grande en el desarrollo de la prosa poética.

A pesar de la evidente importancia del tema, son pocos los trabajos dedicados a estudiarlo, sobre todo en lo que respecta a la obra en prosa de la generación de poetas inmediatamente posterior a la de Jiménez: la llamada Generación del 27. Si casi todos los poetas de este "grupo" en algún momento experimentaron con la prosa como medio de expresión poética, con seguridad quien más destacó en este sentido fue Luis Cernuda (1902-1963). Mostrando un interés en la prosa que duró toda su carrera, Cernuda compuso dos excelentes colecciones de poemas en prosa: Ocnos, una serie de textos misceláneos escritos entre 1940 y el año de su muerte, y Variaciones sobre tema mexicano, poemas inspirados por sus visitas a México en 1949 y 1950. Al principio de su carrera su interés por este género dio como resultado dos ciclos de poemas, el primero compuesto entre 1924 y 1928, el segundo (luego recogido en Los placeres prohibidos) escrito en 1931. Por otra parte, entre 1927 y 1942, Cernuda también escribió una serie de narraciones que igualmente deben considerarse prosa poética.

Publicado

enero 1, 1984