Representación y deliberación en la LVIII Legislatura. A propósito de la Ley de Derechos y Cultura Indígenas
Sinopsis
Los estudios sobre el Poder Legislativo en México han cobrado importancia con el arribo de los gobiernos divididos a partir de la Legislatura LVII. Para gobernar, promover leyes y políticas públicas el Poder Ejecutivo tiene ahora que buscar la cooperación de los partidos de oposición. Más aún, el sistema bicameral, como instrumento de pesos y contrapesos, y dadas las diferencias según las variaciones de su representación de acuerdo con el arreglo constitucional, el comportamiento legislativo que en legislaturas anteriores exhibía coherencia y simetría de manera constante en el proceso legislativo, ahora exhibe mayores rasgos de su carácter institucional. En este nuevo escenario, una de las líneas de estudio en el ámbito legislativo es la que concierne a la representación, que ha sido abordada desde la perspectiva formal, procedimental, sustantiva o descriptiva: o desde una mirada intrainstitucional, pero no ha sido examinada como un proceso de relaciones horizontales y verticales entre los representantes y los representados. De ahí que el autor de esta obra suscriba la tesis de que la representación política no pre-existe, sino que se construye en el entorno cognitivo del proceso legislativo, pero también a partir de los entornos cognitivos exógenos, del presente o del pasado, lo que implica una interacción intrainstitucional, interinstitucional en el marco de reglas formales e informales que caracterizan a las instituciones.
En este encuadre de consideraciones, el autor examina cómo procesan la representación política los senadores y los diputados de la LVIII Legislatura en el caso de la Ley Indígena aprobada en abril del 2001, colocando en la escena teórica y metodológica las herramientas analíticas que proporciona la ciencia política, pero también aquellas que provienen de la argumentación, del análisis del discurso, de la semiótica y del multiculturalismo.